Ser superior a uno mismo

extraído de Giegerich W. (2013). Neurosis. The Logic of a Metaphysical Illness. New Orleans: Spring Journal Inc.

Los pacientes con bastante frecuencia menosprecian su propia fantasías y sentimientos de deseo «como basura» (infantiles, ingenuas, irracionales, poco realistas) . Este es el punto de vista racionalista en contraste con el valor que el corazón (corazón de los pacientes) les atribuye. Sin embargo, con este menosprecio de las fantasías no desaparecen . Son meramente empujadas hacia debajo, separadas de la vida consciente, y las personas se engañan sí mismas sobre el valor que tienen para ellos y su propio entusiasmo, porque esas mismas fantasías, a pesar del posible hecho de ser infantiles, son, sin embargo lo que de hecho, aunque en secreto, hace que su corazón salte de alegría. Son lo que el alma piensa en ellas que en verdad la vida es digna de ser vivida.

Como he indicado, esas fantasías pueden de hecho ser inmaduras e irracionales. Pero lo paradójico es que mediante su denuncia, y por tanto, la negativa del paciente a asumirlas con todo su corazón, es el método para proteger (y por lo tanto estimar a) el infantilismo que es supuestamente la razón de su rechazo, en lugar de ser el resultado de un deseo de mantener las exigencias de la racionalidad adulta. Lejos de dejar estas fantasías detrás, estos pacientes confraternizan con sus fantasías infantiles y las congelan en su ingenuidad original.

Al excluirlas de la participación en la vida consciente, se evita que se haga manifiesto en su infantilismo. Así, su carácter infantil está protegido de tener chocar con la conciencia más madura, el juicio racional. Y esto, a su vez, preserva con precisión a las fantasías de la necesidad y la posibilidad de «crecer», transformándose en versiones más maduras de las «mismas» fantasías. El menosprecio explícito resulta estar al servicio de rescate implícito de lo que llamamos en psicología «el niño».

Deja una respuesta

Subscríbete al Blog

Últimos artículos

Categorías

Otros artículos

Psicología

Adicciones

La adicción es aquella esclavitud que surge en el momento en que históricamente nos convencemos de que somos libres. El adicto al entregarse al objeto, o al sujeto, o a la actividad de su adicción, realiza compulsiva e inconscientemente un ritual de sacrificio, el único posible en la era de la ausencia de Dios.

Leer Más >>
Crítica de cine

Winter’s Bone

Dirección: Debra Granik (2010). Nominada para 6 Oscars 2011. Academy Awards, USA 2011.Berlin International Film Festival 2010. Boston Independent Film Festival 2011. British Independent Film Awards

Leer Más >>

¿Qué es la vida?

Un galimatías incomprensible, un mar de dudas ante el que zozobran todas las certezas, una composición inacabada, un estremecimiento incesante, un ansia que palpita en

Leer Más >>
Simbolismo de las casas
Giegerichiana

Lo negativo

No hace mucho tiempo un amigo psiquiatra que vive fuera de España me consultó por correo electrónico acerca de dos puntos del pensamiento de Giegerich

Leer Más >>

La buena suerte

La siguiente historia no es de mi invención. La tomo prestada y la adapto al fin que me interesa: alertar del intútil juego al que

Leer Más >>